Las ideas políticas de Güemes que guiaron su accionar como Gobernador de Salta no pueden reducirse solamente a ser un brillante militar y estratega. Por más que su estrategia esté dirigida a guerrear incansablemente por la libertad de su patria chica (el ex virreinato del Río de la Plata) y de su patria grande (la América Española), sostener que esa fue solamente su meta y objetivo sería minimizar su acción y su pensamiento.
Existe en él una labor interna, una política ciudadana, que en los momentos que le tocan vivir no alcanzan todavía, los horizontes de su América toda. Existe en Güemes una preocupación social insistente que lo lleva a ser un verdadero reformador de los conceptos tradicionales y que le atrajeron el odio de una porción de la ciudadanía.
Palpita en el salteño la necesidad de relacionarse con todos los hermanos de América y con sus hermanos más directos, hasta el punto de condenar como traidores a los hombres que no quieren ni trabajan por la unidad Sudamericana. Toda su obra política sobrepasa, en su conjunto, lo estrictamente militar para encontrar en él al verdadero hombre consustanciado con su pueblo.
El fuego interno de Güemes no deja de ser la “libertad de la Patria Chica y de la Patria Grande”, pero no deja de bregar por la felicidad de sus súbditos, respetando las leyes y las autoridades en cualquier ocasión, en la convicción profunda de ser ante todo y sobre todo un Gobernante.
Nos encontramos así, con un Güemes, hombre político, al que las necesidades del momento llevaron a empuñar las armas para defender los derechos que surgían de las nuevas naciones.
Brilla en Güemes la convicción que la tarea política tiene su justificación en el servicio por el cual el gobernante se pone a disposición de su pueblo para ayudarlo a conquistar su propio bienestar, pues para eso se lo invistió de autoridad. Y este sentimiento de servicio no puede desconocer los derechos fundamentales de la persona humana en relación al Bien Común general.
El pensamiento político de Güemes responde a una idea seria y con fundamentos doctrinales, basados en los principios de la dignidad de la persona humana, del bienestar de su pueblo, entendido como pueblo americano, y del bien universal. Para esto su concepción humana de la vida, comenzando por sí mismo. Por esto su preocupación social orientada a aliviar la pobreza ajena. Allí vemos su insistencia ante sus hermanos de la Patria Chica y de su patria Grande para conseguir una unidad auténtica a través de un Congreso con la participación de todos los pueblos americanos. Para eso los conceptos vertidos en los mensajes a todos los pueblos del continente enrostrándoles su indolencia frente a las necesidades de los hermanos de América.
“Nunca he deseado ser vano, sino bueno, un soldado de la Patria y un ciudadano honrado”. Este es el Güemes auténtico en todos los sentidos.
He aquí el hombre Güemes, defensor de los derechos de su Patria y servidor de su comunidad ciudadana. El defensor de los humildes, el antecesor del Estatuto del Peón (creado por el Gral. Perón) a través de su Fuero Gaucho. El socorro de madres y viudas pobres, de sus huérfanos que perdían sus padres en la Guerra Gaucha. El profundo humanista que nunca mandó a fusilar a nadie.
Este es el Güemes Gobernador, el PADRE DE LOS POBRES.
Comisión Provincial del Bicentenario
Ministerio de Gobierno, DD HH, Trabajo y Justicia